LAS 5 RAZONES
PRINCIPALES POR LAS QUE DEJÉ DE PREOCUPARME POR LA POLÍTICA
Por Paul Rosenberg
---Te daré el periódico sólo si prometes que las noticias no te trastornarán.
Cuando era joven, sentía la necesidad de entender la política, e invertí tiempo en su estudio. Pero pasó el tiempo, y cada vez eran menos los beneficios de tal inversión. Y en los últimos años, renuncié a ella por completo.
En estos días, mi interés por la política se limita a cosas
como éstas :
-¿Quién está haciendo la guerra, y dónde?
-¿En qué zonas de mi comunidad hay crimen?
-¿Hay leyes que me obligarán a sacar de aquí mis negocios?
Más allá de eso, de verdad no me interesa. Veo los
encabezados, pero rara vez leo las historias. Y me alegra mucho decir: "No
las he leído" cuando la gente pide mi opinión sobre las ‘noticias del
día’.
He aquí
porqué:
# 5 : Se pierde una
espantosa cantidad de tiempo y energía
En serio, empieza a contar las horas que pasas en esa cosa.
¿Cuántas horas escuchando o mirando la radio y la tele políticas, o leyendo los
periódicos políticos?
Luego piensa en la intensa energía que gastaste en eso.
Todos tenemos reservas limitadas de energía; ¿de veras crees que la política es
el más elevado y el mejor uso de tus reservas? ¿Qué tal si empleas tu energía en
levantar tu negocio? ¿O en nutrir a sus hijos? ¿O en ayudar al vecino? Tiene que haber un montón de cosas más importantes que obsesionarse con los votos de
los congresistas o con los jueces de la Suprema Corte.
# 4 : Es una adicción
Si imaginarte a ti mismo metido en la política te hace
sentir mal, probablemente deberías arrojarla a la mierda.
Inténtalo: Imagina tu vida libre de toda política. ¿Cómo te
sientes? ¿Vacío? ¿Desamparado?
La verdad es que millones de nosotros somos adictos a la
política. Por sí mismos, no podemos alejarnos de ella -es el programa que se
ejecuta en nuestra mente las 24 horas de cada día de la semana.
La adicción a la política es tan mala, que incluso las
personas muy religiosas invierten más tiempo en ella que en Dios. La política
es la obsesión de la época.
# 3 : No cambia nada
En los 60’s había una popular calcomanía que decía : Si votar cambiara algo, lo harían ilegal.
Seamos honestos y admitamos que eso es verdad. Incluso los
mejores ejemplos -como Reagan a la derecha, u Obama a la izquierda- no pudieron
cambiar mucho. El gobierno es más grande que nunca, el gobierno de EU está involucrado en más guerras que nunca, y la Constitución ha sido echada a la basura más que nunca. ¿Esto es progreso?
¿Y qué hay de las elecciones de las que tanto alardean y tanto
promueven? Personalmente, creo que Alvin Toffler tenía razón cuando las llamó
"rituales para reasegurarse". Pero, aparte de eso, lo cierto es que
las elecciones están muy bien controladas. En EU, los dos partidos
controlan firmemente quién vota y quién no. Todo sigue un script; todo requiere
aprobación del partido. (La situación es apenas menos mala en Europa).
Y por favor entiende que 'el gobierno' es mucho más que 600 tipos
en Washington -son millones de personas en miles de oficinas, todos juntos tratando
de obtener más de tu dinero para gastarlo en sí mismos y en sus departamentos.
La política no cambia casi nada, y sin embargo nos
mantiene a todos encerrados en el sistema y sirviéndolo. Para ilustrar esto, he
aquí unas palabras que nunca podría olvidar, y espero que tampoco tú las
olvides:
Que marchen todo lo
que quieran, mientras sigan pagando sus impuestos ---Alexander Haig, 1982.
Mientras todos obedezcan al gobierno, ¿por qué se preocuparía
por sus quejas? Casi el 100% de los estadounidenses son obedientes; así que
¿por qué el gobierno se molestaría en cambiar algo? No es necesario.
La política no cambia nada, ya que su meta real es mantener
al populacho tranquilo y obediente. Y esto lo ha conseguido de manera
brillante.
# 2 : Al final, se
trata de la violencia
He aquí un pasaje de mi novela A Lodging of Wayfaring Men que expresa esta idea:
La coerción es la
condición sine qua non de la política; esa cosa sin la cual la política no
sería política. De hecho, si quitas la coerción, la política se convierte en
otra cosa –en economía.
La política no puede existir sin la fuerza. Al final, se
apoya en la violencia. No importa si tiñen todo de rojo, blanco o azul , la
violencia o la amenaza de violencia es lo que sustenta todo. Como Jim Rogers
escribió una vez:
En algún lugar de
todo proceso de tributación, una pistola está implicada.
La política –el gobierno- se basa en una sola operación:
Tomar el dinero de la gente en contra de su voluntad. Todo el resto se cae sin
eso.
Puedes pensar que soy grosero por señalarlo, o puedes venir
con algunas justificaciones, pero lo dicho sigue en pie: Mediante algún tipo de
coacción u otra, los gobiernos toman dinero que no ganaron. Si no fuera así, la
tributación sería voluntaria y el gobierno sería sólo una empresa más.
A mí no me gusta tener tratos con empresas violentas .
# 1 : La política es
una reliquia de un pasado bárbaro
Yo soy un estudioso de la Antigüedad, y puedo rastrear a
hombres que gobernaban a otros hombres desde, aproximadamente, 6400 a.C. Y
puedo rastrear un gobierno muy semejante a los nuestros desde 5000 a.C.
Si contamos desde dos mil años antes de las Pirámides, ¿qué
otra cosa manda todavía sobre las vidas de los hombres?
Si en la Tierra hay algún ejemplo de un fracaso evolutivo
humano, éste tiene que serlo.
El hombre ya no tira de los arados. Ya no enciende el fuego
con piedras. Tampoco tira de trineos o carretas de madera, ni depende de la
tracción animal. Hemos aprendido a escribir, a inventar, a navegar o a conducir
para cubrir enormes distancias, y a volar para alcanzar los cielos…
Y, con todo, esta reliquia del pasado primitivo aún permanece.
Y por favor no me digas que permanece porque es buena -la gente se queja del
gobierno más de lo que se queja del cáncer.
Para ilustrar la naturaleza bárbara del gobierno, considera
esto: Miles de personas como yo querríamos experimentar con diferentes maneras
de vivir, pero se nos prohíbe. A nadie se le permite salir del juego. Si lo
intentas, hombres con armas largas te asaltarán y te encerrarán en una jaula; o
quizá se limiten a robar tu dinero del banco en el que habías confiado. En
cualquier caso, los sicofantes del gobierno dirán solemnemente al mundo que tú
eres un malhechor.
No se permite la salida, y todo intento de fuga se topa con la
violencia. ¿Cómo es que esto no es barbarie primitiva?
Es tu elección.
Así que ahí lo tienes. Ya eres un chico o chica mayor, y ya puedes
tomar tus propias decisiones. Yo sólo te digo algo: que estoy muy contento con
la mía. Estoy menos estresado, soy más productivo, y pienso con más claridad.
Todavía, a veces, algún amigo me pide que examine una
cuestión política. Casi siempre me niego cortésmente; me hace sentir lo mismo
que cuando mi madre quería que yo comiera hígado.
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Tr: Wm Gille Moire
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